– No pasa nada por fumarse un “porrito”.– Cuántas veces escuchamos esta frase, y cuántas veces vemos como personas consumidoras y no consumidoras minimizan los consumos utilizando estos sutiles diminutivos: “porrito”, “cañita”, “copita”, “chupito”, “rayita”,… Al vivir en uno de los países del mundo en que más socializado y aceptado está el uso y abuso de las diferentes drogas (sí, efectivamente, el alcohol también es una droga por mucho que nos empeñemos en diferenciarla del resto), con frecuencia desde ADICTIA nos vemos obligados a explicar a nuestros usuarios y familiares cuales son los efectos de las mismas.
Existe un gran desconocimiento acerca de las drogas, las consecuencias de su consumo y la gravedad de las adicciones. Así es como en una de las reuniones de esta semana, del equipo terapéutico de nuestro centro de adicciones en Alicante, se nos ocurrió pensar que sería una buena idea aprovechar el artículo de hoy para destinarlo a explicar los efectos que tiene el THC sobre nuestro cerebro.
¿Qué efectos tiene el cannabis en el organismo?
Existen diferentes formas de consumo del cannabis. Este puede tomarse fumándolo, inhalándolo, o también ingiriéndolo. Cuando una persona introduce cannabis en su organismo, del modo que sea, tiene lugar una serie de efectos inmediatos en su cuerpo.
Con el consumo de cannabis, inmediatamente producirá relajación, somnolencia, una muy característica risa floja, desinhibición, locuacidad, desorientación, dificultades para el pensamiento y la coordinación… ¿Pero por qué sucede esto?
Sabemos que el Tetrahidrocannabinol (THC), principio activo principal del cannabis, es una sustancia muy soluble en grasa y llega rápidamente al cerebro, donde se va acumulando y del que se elimina muy lentamente. Varias áreas del cerebro tienen una alta densidad de los llamados “receptores cannabinoides”, lo que explica los diferentes efectos inmediatos de esta droga.
Efectos inmediatos de la marihuana (THC) en nuestro cerebro.
- En la corteza cerebral produce alteraciones de consciencia, deteriora la memoria, y distorsiona la percepción. Ocasionalmente, puede causar delirios y alucinaciones.
- En el área hipotalámica produce un incremento del apetito. Desregulando nuestra alimentación.
- En el tallo cerebral, el THC alivia nauseas, provoca taquicardia y somnolencia, y disminuye la presión sanguínea; reduce el dolor y la espasticidad o tensión muscular.
- En el hipocampo se produce un deterioro de la memoria; en la región del cerebelo encontramos que el THC reduce la espasticidad y deteriora la coordinación.
- En la amígdala provocará ansiedad y pánico en algunos casos, en otros, reduce la ansiedad, bloquea los recuerdos traumáticos y disminuye la hostilidad.
El sistema cannabinoide endógeno es un sistema propio de nuestro organismo que realiza funciones relacionadas con el comportamiento, el aprendizaje, la gratificación, la ingesta de comida, el dolor,… Cuando una persona consume cannabis, se activa este sistema de una forma artificial y como consecuencia, se alteran muchas de las funciones que este desarrolla. Tras el consumo se produce la “borrachera cannábica”, que lleva asociados signos y síntomas como la sequedad de boca, enrojecimiento ocular, taquicardia, descoordinación, risa incontrolada, somnolencia, o alteraciones en atención y concentración.
El consumo continuado de cannabis y sus consecuencias.
Muchas personas aluden a los efectos terapéuticos del cannabis, tratando de justificar así su utilización. Sin embargo, el uso médico o “terapéutico” del cannabis se realiza de manera muy controlada y no tiene nada que ver con su uso recreativo. Como hemos advertido, el consumo de cannabis provoca alteraciones en el funcionamiento normal del cerebro. Los estudios científicos realizados hasta la fecha indican que su consumo continuado tiene consecuencias realmente serias para la salud y el entorno de la persona y, como nosotros vemos continuamente en nuestro de Centro de desintoxicación, termina por producir adicción.
Consumir cannabis o marihuana puede dar lugar a varios tipos de trastornos mentales, entre los que se incluyen los trastornos psicóticos. Su consumo aumenta más de cinco veces el riesgo de padecer psicosis a lo largo de la vida. Se sabe, por ejemplo, que el cannabis produce una serie completa de síntomas de tipo esquizofrénico y transitorio en algunas personas sanas. Además, en personas que ya hayan desarrollado previamente un trastorno psicótico, puede observarse un empeoramiento de los síntomas, así como otras consecuencias negativas en la evolución de esta enfermedad.
Tratamiento de la adicción al cannabis.
Como has visto, la adicción al cannabis es una peligrosa enfermedad que afecta a un alto porcentaje de personas e implica consecuencias muy graves para la salud física y mental de la persona y sus allegados.
Es probable que hayas escuchado y, ¿quién sabe si también pronunciado?, eso de «tampoco pasa nada por fumarme unos porritos«… y si has llegado hasta aquí, ahora entenderás que poco tienen de inofensivos. Ya has leído y tomado conciencia. Del mismo modo, te invitamos a profundizar acerca de la adicción al cannabis.
En cualquier caso, si sospecha que usted o algún allegado está lidiando con una adicción, es importante buscar ayuda y tratamiento especializado y adaptado acorde a las necesidades de esa persona. Todos los problemas que genera el consumo de cannabis o marihuana son tratados específicamente y de forma personalizada mediante los diferentes modelos de tratamientos ofrecidos por ADICTIA en nuestro centro para la desintoxicación del cannabis en Alicante.