El Modelo Transteórico de Prochaska y DiClemente (1984), es uno de los modelos de referencia más utilizado para la comprensión en el tratamiento y prevención de las conductas adictivas. Este modelo define el proceso de abandono de cualquier hábito nocivo, incluyendo la conducta adictiva, a partir de fases.

Fases en el proceso de abandono de las conductas adictivas.

Los cambios que realizan las personas con adicción respecto de la toma de conciencia de enfermedad, de sí mismos y de su relación con el proceso adictivo, se entiende en este modelo como una sucesión de fases o etapas progresivas, que van desde la negación del problema hasta el logro y mantenimiento de la abstinencia. En cada fase se desarrolla una conciencia distinta de su problema, desde el “a mí no me pasa nada” hasta el “como hago para dejar esto”.

Las conductas adictivas, por su complejidad y particularidades, requieren de una intervención personalizada y profesional. Basándonos en el citado modelo de Prochaska y DiClemente, afirmaríamos que la persona se enfrenta en su proceso de cambio a 5 fases o estadios: Precontemplación, contemplación, preparación, acción y mantenimiento. En esta quinta fase, se intenta mantener en el tiempo el cambio conseguido en la etapa de “Acción” y prevenir recaídas, pues esta, la recaída, sería la 6ª etapa de la famosa rueda.

Proceso del cambio en las conductas adictivas

Destacar que el modelo considera las recaídas como una fase normal (incluso frecuente) en el proceso de cambio. Suele decirse a los pacientes que «cada recaída acerca un paso más hacia la recuperación completa”. No se intenta con esto fomentar las recaídas, sino motivar al paciente a que siga con su proceso de cambio.

Desde ADICTIA, nuestro centro de tratamiento de adicciones en Alicante, realizamos durante el tratamiento una intervención personalizada y profesional en la que se acompaña a la persona reforzando su motivación al cambio, desarrollando habilidades y estrategias, y empoderando a la persona para que sea capaz de resolver sus circunstancias concretas actuales y futuras.

Importancia del aprendizaje en el abandono de las conductas adictivas.

Sabemos que la raza humana es la especie con mayor capacidad de aprendizaje del reino animal. Igual que aprendemos comportamientos adecuados o que sirven para vivir mejor, también aprendemos comportamientos dañinos. Podemos aprender a tener miedo, enfado, tristeza…, pero también podemos aprender a depender. Los problemas de esta índole, problemas emocionales, serían conductas aprendidas que nos perturban, que nos dañan y nos molestan en nuestro día a día cotidiano, pero siguiendo los principios del aprendizaje, una conducta puede desaprenderse y ser sustituida por otra.

Nuevos hábitos y comportamientos saludables en compañía

Por tanto, desde ADICTIA el objetivo será aplicar estas mismas leyes para enseñar nuevos comportamientos (incompatibles) que sustituyan a los indeseados, los que queremos eliminar. Enseñamos una serie de técnicas y estrategias para conseguir que la persona afronte los problemas de manera exitosa. Estas habilidades traen consigo nuevos comportamientos que, progresivamente, irán sustituyendo a los dañinos. Para ello, es de vital importancia la participación activa de la persona que sufre una adicción. Ningún tratamiento o intervención funcionará si el paciente no se esfuerza y trabaja, participando de un modo activo en su propio proceso de cambio.